
La semana pasada maté el primer mosquito de la temporada. Lo vi de casualidad, paseándose tan tranquilo por mi habitación. Sin pensármelo dos veces, agarré mi zapatilla y me fui directa hacia él. Mi intención era atacarlo a traición, sin que sospechara nada. Pensaba brindarle una muerte rápida, indolora y digna, consciente de que yo contaba con una notable ventaja (y no era justo hacerle sufrir). Pero todo se complicó…
Cuando estaba a punto de lanzar el golpe mortal, el mosquito me vio. Sí, sí, me vio. Rápidamente, puso en marcha su plan de emergencia, siguiendo una estrategia clara: huir cagando leches. El muy cabrón era más escurridizo que la mantequilla. Nos enzarzamos en una batalla mítica, cada cual con sus propios mecanismos de ataque y defensa. Parecíamos estar recreando la batalla del Ebro; él usaba los muebles de mi habitación como trincheras y yo mi zapatilla como munición.
Finalmente cometió el error de ir hacia las cortinas. Se lió con tanta ropa y lo pillé. Por lo menos murió luchando, como los héroes. Y por la valentía que demostró, hoy le dedico mi blog.
Y ahora un mensaje para el resto de mosquitos:
No entréis en mi habitación. Si lo hacéis, os mataré a todos. No es broma. Pasareis a ser simples manchitas en mi pared y os clasificaré por años (cosecha del 2010, del 2011, etc.). No habrá más héroes, sino mártires.
Estáis avisados.
Cuando estaba a punto de lanzar el golpe mortal, el mosquito me vio. Sí, sí, me vio. Rápidamente, puso en marcha su plan de emergencia, siguiendo una estrategia clara: huir cagando leches. El muy cabrón era más escurridizo que la mantequilla. Nos enzarzamos en una batalla mítica, cada cual con sus propios mecanismos de ataque y defensa. Parecíamos estar recreando la batalla del Ebro; él usaba los muebles de mi habitación como trincheras y yo mi zapatilla como munición.
Finalmente cometió el error de ir hacia las cortinas. Se lió con tanta ropa y lo pillé. Por lo menos murió luchando, como los héroes. Y por la valentía que demostró, hoy le dedico mi blog.
Y ahora un mensaje para el resto de mosquitos:
No entréis en mi habitación. Si lo hacéis, os mataré a todos. No es broma. Pasareis a ser simples manchitas en mi pared y os clasificaré por años (cosecha del 2010, del 2011, etc.). No habrá más héroes, sino mártires.
Estáis avisados.
Alba, lo importante es no limpiar el cadáver. Se tiene que mostrar. Dejar justo donde se produjo la muerte, y si es cerca de una ventana, mejor.
ResponderEliminarAsí los futuros visitantes verán como se las gastan en esa casa. No falla.
si consigues que te hagan caso, te plagio el truco!!
ResponderEliminarsaludos