Os preguntareis a qué viene este título. Voy a daros unas cuantas pistas:
- No se trata de la nueva novela de Ira Levin.
- No es una película de terror (pero casi).
- Refleja la estupidez moderna.
¿Alguien se hace una idea? ¿No? Otra pista:
- Se presenta como un avance tecnológico que revolucionará el mercado cosmético y la vida de las usuarias de maquillaje.
¿Mejor ahora? Bueno, os daré la respuesta:
Queridos amigos, estoy hablando de la máscara de pestañas vibradora (también conocida como rímel vibrador). Existe desde hace unos meses, pero yo justo la acabo de descubrir y siento la necesidad de compartir la inquietud que me provoca este novedoso aparatito.
Cuidado porque el asunto es serio. El rímel está dotado con un pequeño motor que hace que el cepillo vibre con una frecuencia de 7000 vibraciones por minuto. No 5, ni 10, ni 15… ¡7000! A mí me da la sensación de que se ríen de nosotros. Nadie va a reclamar porque su máscara de pestañas sólo vibra 6542 veces. Es más, nos podrían decir que el mismo aparato vibra 2000 veces por minuto y también colaría. Y todo está a su favor. Porque… ¿quién es la guapa que las va a contar?
Quizás soy muy clásica, pero a mí estos datos me asustan. Estoy segura de que existe la posibilidad real de acabar haciendo revoltillo o sopa de ojos (como en la película de Indiana Jones). Y para demostrar que no exagero, os pongo una foto del motor que lleva la máscara en su interior. Observadla bien.
Os diré lo que veo yo. A mí la imagen me sugiere uno de estos thrillers que echan por la tele los sábados por la tarde. El malo de la película ha colocado una bomba bajo la cama de la chica. Si ella se levanta la bomba explotará. Además, sólo quedan 2 minutos para que el artefacto estalle. El protagonista quiere salvarla, así que desmonta la bomba y, con unas tijeras en la mano, se hace la siguiente pregunta:
¿Rojo o azul?
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